De forma paralela a la campaña de lanzamiento de Windows 7, a iniciarse esta semana, Apple se dispone a iniciar su propia campaña de desprestigio, que tiene como finalidad real vender sus propios productos.


Phil Schiller, director de marketing en Apple, fue uno de los principales lugartenientes de Steve Jobs mientras éste estuvo ausente de la compañía por problemas de salud y en varias oportunidades fue el orador principal para importantes lanzamientos de Apple. Según la publicación Apple Insider, Schiller prepara para los próximos días una campaña de desprestigio de Windows 7 en la que se intentará persuadir a los interesados en el próximo sistema operativo de Microsoft a "decidirse mejor por una Macintosh".

En declaraciones a medios estadounidenses, Schiller indicó que el procedimiento asociado a la actualización de Windows XP/Vista a Windows 7 probablemente causará exasperación a los usuarios, concluyendo "Y entonces ¿por qué mejor no comprar una Mac?".

Apple tiene sobradas razones para iniciar su campaña de manera paralela al lanzamiento de Windows 7. Según información de Business Week, durante los últimos diez años Apple ha captado nuevas cuotas del mercado cada vez que Microsoft ha lanzado una nueva versión de Windows. En otras palabras, Apple se ha beneficiado directamente con el lanzamiento de Windows 98, Windows 2000, Windows XP y Windows Vista.

Al respecto, Schiller comentó que "hemos visto estas transiciones anteriormente y, sea como sea, se trata de Windows. Apuesto a que Snow Leopard captará un mayor número de actualizaciones que Windows 7".

Sin embargo, y a pesar de los malos augurios de Apple, la prensa especializada y la industria de las TI coincide mayoritariamente en que Windows 7 no será un fracaso como fue Windows Vista y que, en realidad, se trata de un producto altamente atractivo.

Imagen: Phil Schiller intentará estropear la fiesta de lanzamiento de Windows 7