Lograr la cohesión de los grupos que interactúan en el Partido Revolucionario Dominicano es tarea urgente e indispensable para el nuevo presidente de esa organización opositora, Miguel Vargas Maldonado.
Y esa unificación interna ha de pasar, necesariamente, por un proceso de negociación con los grupos que interactúan en el interior del partido, que han quedado resentidos a raíz de los acuerdos en la Comisión Política, anunciados el 7 de junio, que llevaron a Vargas Maldonado a la presidencia de la entidad sin unas elecciones primarias, e impidieron a los aspirantes a la secretaría general y a la secretaría de organización competir y poder medir su nivel de aceptación entre sus compañeros de causa.
Una vez que Vargas Maldonado logre la reunificación de su partido, le espera la no menos ardua tarea de hacerlo crecer, de sumarle apoyo mediante alianzas y de lograr una participación convincente en las elecciones de medio término del año 2010, lo que sentaría las bases para la meta: ganar las elecciones presidenciales del año 2012.
Obstáculos
El ex candidato presidencial no corre solo por la candidatura del PRD para el 2012. Tiene de frente a un fuerte batallador, el ex presidente Hipólito Mejía, que si bien no ha evidenciado que cuenta con la mayoría en los organismos perredeístas, no puede ser subestimado, y sin su apoyo difícilmente Vargas Maldonado logre la necesaria cohesión del PRD.
El otro gran problema del PRD es que, a juzgar por el comportamiento del electorado desde el año 2004, el Partido de la Liberación Dominicana ha logrado ganarse a los dominicanos y dominicas más conservadores, que constituyen la mayoría, al unísono que cuenta con el respaldo de una parte de los liberales y sectores provenientes de la izquierda.
El PRD, de raíces liberales, nunca ha podido ganarse el apoyo de los conservadores ni en mayoría, ni por mucho tiempo, y en su discurso y su praxis se ha alejado del sector liberal y de la izquierda.